El próximo martes, 14 de octubre, a las 20.30 horas, se presentará en las Bodegas Conde de los Andes, el libro número 19 de la colección de poesía "Hojas de Bohemia" de EH Editores, Sonados, con la presencia de sus autores, Tito Muñoz y Juan José Téllez; de los prologuistas, el poeta Luis García Gil y el cantautor Javier Ruibal. La presentación correrá a cargo de los poetas Domingo F. Faílde y Dolors Alberola. El acto será presidido por Álvaro Quintero Mejía, asesor literario de EH Editores.
En palabras de Luis García Gil: Tito Muñoz y Juan José Téllez vienen de la raza de los poetas verdaderos, de los que conocen el oficio y saben además palpar la red de las madrugadas, el eco de los puertos, las caricias del amor, los suburbios del alma. Por su parte, Javier Ruibal dice: parece que una sola cabeza, un solo escritor diera forma a esta defensa de la noche como refugio de todas las proezas, a este elogio del duermevela, a esta reivindicación de la dulce melancolía con la que se visten y aderezan los amores que nunca fueron.
Tito Muñoz (Barcelona, a956) ha escrito obras de teatro y guiones para cortometrajes, letras de canciones -algunas con Joan Manuel Serrat: Tarrés (2000) y De cuando estuve loco (2002), o de El perro en el garaje, tema que da título a un disco editado en 2004 por Víctor Manuel-. Ha publicado libros de poesía, como Sirenas en conserva (1997), Metralla (1999) o Treinta de febrero (2002). En Una hawaiana con un ukelele (2005), mezcla el tema amoroso, a veces irónico y a veces serio, pero siempre tierno, con una percepción de la realidad en la que se mezcla también la mirada adulta con la libertad excesiva del niño y recorre un itinerario sentimental y poético con versos mayormente medidos y bien medidos, y detalles de gran poeta de oído, fácil versificador, de rima eficaz e ingenio despierto.
Juan José Téllez, hombre culto en el más profundo sentido de la palabra, de barba filosófica y eterno gastador de pajaritas, nació en Algeciras en el año 1958, pero podría haber nacido en cualquier otro sitio, porque es atemporal y explorador del universo, siempre un paso por delante del Hubble. Suele confesar que lo que de verdad le hubiera gustado ser era rockero, y llenar estadios y firmar autógrafos, pero tuvo que conformarse con cursar estudios de Historia en Cádiz ante la imposibilidad de estudiar periodismo, que es lo que le atraía desde niño. Ha trabajado en Diario 16, en la agencia Efe, en la cadena Ser, ha escrito guiones para el Loco de la Colina, frecuenta los platós de Canal Sur y tiene un programa de radio sobre la inmigración, Bienvenidos, que le ha hecho merecedor de un premio Ondas. También ha trabajado en Europa Sur, rotativo que ha dirigido, en Diario de Sevilla y en Diario de Cádiz. Actualmente colabora para La Voz. Pero eso son sólo datos en el kilométrico currículo de este Alatriste del siglo veintiuno que se bate con las armas de la palabra en todo duelo que considere injusto, porque, como él mismo dice, en las pocas cosas que creo, creo de verdad. Su escritura la ha diversificado entre la poesía, los relatos y el ensayo. En poesía en 1979 obtuvo el Premio Bahía de Algeciras con Crónicas urbanas. En Ciudad sumergida, enfrenta soledades y sentimientos. En 1989 obtuvo el Premio Ciudad de Irún, con el libro heterodoxo Daiquiri. Entre sus relatos podemos destacar: Amor negro, en el que nos presenta a unos personajes marginales que se inscriben en la mejor tradición picaresca hispana; El loro pálido, donde ahonda en los más variados registros linguísticos; o Main street, donde coloca un espejo en las calles de Gibraltar, para rendir homenaje a un pueblo, a uno y otro lado de la frontera, acostumbrado a ser rehén de las razones de Estado. En sus ensayos sobresalen: retratos de artistas de la talla de Carlos Cano, Chano Lobato o Paco de Lucía; el matador algecireño Miguel Mateo, Miguelín; y libros intensamente comprometidos como Moros en la costa, o Crónica de un sueño: memoria de la transición democrática en Cádiz.
En palabras de Luis García Gil: Tito Muñoz y Juan José Téllez vienen de la raza de los poetas verdaderos, de los que conocen el oficio y saben además palpar la red de las madrugadas, el eco de los puertos, las caricias del amor, los suburbios del alma. Por su parte, Javier Ruibal dice: parece que una sola cabeza, un solo escritor diera forma a esta defensa de la noche como refugio de todas las proezas, a este elogio del duermevela, a esta reivindicación de la dulce melancolía con la que se visten y aderezan los amores que nunca fueron.
Tito Muñoz (Barcelona, a956) ha escrito obras de teatro y guiones para cortometrajes, letras de canciones -algunas con Joan Manuel Serrat: Tarrés (2000) y De cuando estuve loco (2002), o de El perro en el garaje, tema que da título a un disco editado en 2004 por Víctor Manuel-. Ha publicado libros de poesía, como Sirenas en conserva (1997), Metralla (1999) o Treinta de febrero (2002). En Una hawaiana con un ukelele (2005), mezcla el tema amoroso, a veces irónico y a veces serio, pero siempre tierno, con una percepción de la realidad en la que se mezcla también la mirada adulta con la libertad excesiva del niño y recorre un itinerario sentimental y poético con versos mayormente medidos y bien medidos, y detalles de gran poeta de oído, fácil versificador, de rima eficaz e ingenio despierto.
Juan José Téllez, hombre culto en el más profundo sentido de la palabra, de barba filosófica y eterno gastador de pajaritas, nació en Algeciras en el año 1958, pero podría haber nacido en cualquier otro sitio, porque es atemporal y explorador del universo, siempre un paso por delante del Hubble. Suele confesar que lo que de verdad le hubiera gustado ser era rockero, y llenar estadios y firmar autógrafos, pero tuvo que conformarse con cursar estudios de Historia en Cádiz ante la imposibilidad de estudiar periodismo, que es lo que le atraía desde niño. Ha trabajado en Diario 16, en la agencia Efe, en la cadena Ser, ha escrito guiones para el Loco de la Colina, frecuenta los platós de Canal Sur y tiene un programa de radio sobre la inmigración, Bienvenidos, que le ha hecho merecedor de un premio Ondas. También ha trabajado en Europa Sur, rotativo que ha dirigido, en Diario de Sevilla y en Diario de Cádiz. Actualmente colabora para La Voz. Pero eso son sólo datos en el kilométrico currículo de este Alatriste del siglo veintiuno que se bate con las armas de la palabra en todo duelo que considere injusto, porque, como él mismo dice, en las pocas cosas que creo, creo de verdad. Su escritura la ha diversificado entre la poesía, los relatos y el ensayo. En poesía en 1979 obtuvo el Premio Bahía de Algeciras con Crónicas urbanas. En Ciudad sumergida, enfrenta soledades y sentimientos. En 1989 obtuvo el Premio Ciudad de Irún, con el libro heterodoxo Daiquiri. Entre sus relatos podemos destacar: Amor negro, en el que nos presenta a unos personajes marginales que se inscriben en la mejor tradición picaresca hispana; El loro pálido, donde ahonda en los más variados registros linguísticos; o Main street, donde coloca un espejo en las calles de Gibraltar, para rendir homenaje a un pueblo, a uno y otro lado de la frontera, acostumbrado a ser rehén de las razones de Estado. En sus ensayos sobresalen: retratos de artistas de la talla de Carlos Cano, Chano Lobato o Paco de Lucía; el matador algecireño Miguel Mateo, Miguelín; y libros intensamente comprometidos como Moros en la costa, o Crónica de un sueño: memoria de la transición democrática en Cádiz.
Redacción.-