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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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19 de febrero de 2009

Sara Castelar Lorca y Benjamín León protagonizaron anoche una intensa y brillante velada poética

















Tengo el enorme placer de presentar esta noche a dos poetas y amigos: Sara Castelar Lorca y Benjamín León. A ambos los conocí en de la red, navegando por esos siete mares invisibles, donde nada sucede y todo es posible, pues llega su poesía más allá de la voz y del papel, de manera que podemos oírla tanto desde este lado del océano como del otro. España y Chile se aúnan ante el amor a la palabra y uno de los rectos usos de la modernidad, en un momento histórico que rompe las murallas del tiempo y un espacio que es todos los lugares del mundo, sobre todo cuando los dígitos, el lenguaje tecnificado y las miles de aplicaciones que se extienden en la tela de araña de nuestro universo globalizado, nos traen y nos llevan el aliento de la poesía.
Benjamín y Sara. Sara y Benjamín. Ambos llevan en su palabra el mañana, pero sin olvidar el hoy ni la memoria. Son la necesaria semilla de la voz, la precisa mirada, el canto que se nos hace urgente para sobrellevar el gris de cada día y el singular vacío de la noche. De ambos se puede decir tantas cosas…, pero lo más importante es que ellos nos digan, que nos den su visión, que se hagan verbo y nota y geometría, por lo que, brevemente, esbozaré unas pocas pinceladas acerca de cada uno y dejaré que sea su propia dicción la que levante, aquí y en esta noche, el templo del poema.
Sara tiene
una sola edad para cubrirse, la de su desbordante imaginación y un manejo cierto y magnífico de ese don que poseen las personas visionarias; un don que explota en habilísima metáfora, teñida der un surrealismo actual y convincente. Una mujer capaz de observar la vida y desdoblarse, pues la poeta está dentro de su propia voz, dentro de su propio cuerpo, dentro de su propia mirada. Y allí, donde ella arrodilla su voluntad ante el amor más fiero y llora o ríe y grita y se desangra, por mejor entregarse a la pasión, dibuja su perfil en las mágicas líneas de un puñado de versos.[…]
De Benjamín León recuerdo –hace ya algunos años- que, en la aludida página poética, confesaba que su nacionalidad era un árbol de Chile; ya ven: el poeta que otea el universo, el poeta que canta, el poeta que sube con sus alas y domina el abismo con sus versos. Creacional, analista, transformador, su voz anida en el imposible más alto, porque allí está la luz, allí crece la música, allí la locura más cuerda, pero también el canto el canto solidario o el que, ahondando en las fibras oscuras de la especie, indaga, se pregunta y, parafraseando al gran Hölderlin, se hace mendigo reflexionando para, seguidamente, ascender a las nubes más altas de sus sueños y convertirse en un pequeño dios [...]
Con estas palabras, tras la de introducción, pronunciadas por Álvaro Quintero, presentaba Dolors Alberola a Sara Castelar Lorca y Benjamín León; ella, andaluza, aunque nacida en Hannover, y él, chileno; dos poetas que, a pesar de su juventud o acaso por eso mismo, son capaces de dar rienda suelta a su enorme talento, sin que por ello se les desboque ni fluya en el discurso con destemplanzas ni errores. Su experiencia poética, encomiable sin duda, se traduce en metáforas brillantísimas que engalanan un verso bien destilado y un discurso de sorprendente rigor estético e intensa emotividad. Dos poetas, en fin, que, inexplicablemente, permanecen inéditos, a excepción de un puñado de poemas bellísimos, dispersos en revistas y otras publicaciones, tanto en papel como virtuales.
Sara Castelar y Benjamín León no sólo convencieron al centenar de personas que acudieron a oírlos: en opinión de muchos entendidos, ofrecieron una de las lecturas más brillantes de cuantas, desde hace más de tres años, se vienen celebrando en la Escuela de Hostelería.     

Redacción.-