Ayer por la tarde tuvo lugar la clausura de las actividades que, con motivo del Día de la Mujer, han venido desarrollándose en el Zoco de Artesanos de Jerez de la Frontera, coordinados por Nino Guarino, con el apoyo de la Delegación de Igualdad del consistorio jerezano.
Y fue precisamente la titular de ésta, la señora Margarida Lledo Coelho, quien presidió los actos celebrados anoche en el patio central del referido Zoco, que congregaron a un numeroso público, fundamentalmente escritores y artistas.
La música de Alain Montblanc, Verónica Díaz y Neus alternaría con la lectura poética que, a cargo de Raquel Zarazaga, Isabel de Rueda y Dolors Alberola, llenaron de versos la tarde.
Y los versos sonaron con fuerza, a pesar de las estridencias horteras de una parte del público que, al parecer, está poco familiarizada con la literatura o –eso nos pareció- apenas ve diferencias entre una lectura literaria y un pic-nic en Disneyworld; ya se sabe: niños que lloran, niños –mal educados- que gritan, madres y padres que pasan de todo, los abuelos que llaman por el móvil y la educación del país donde tiene que estar: por los suelos. Para colmo, la derecha cernícala y clerical española denuesta la asignatura de Educación para la Ciudadanía…, ¡cosas veredes, amigo Sancho Panza!
Pero, aparte las críticas y el llamamiento a los responsables para que, en lo sucesivo, nada empañe la belleza de los buenos versos, el recital constituyó todo un éxito y los entendidos –que eran la mayoría silenciosa- regresaron a casa con buen sabor de boca.
Y fue precisamente la titular de ésta, la señora Margarida Lledo Coelho, quien presidió los actos celebrados anoche en el patio central del referido Zoco, que congregaron a un numeroso público, fundamentalmente escritores y artistas.
La música de Alain Montblanc, Verónica Díaz y Neus alternaría con la lectura poética que, a cargo de Raquel Zarazaga, Isabel de Rueda y Dolors Alberola, llenaron de versos la tarde.
Y los versos sonaron con fuerza, a pesar de las estridencias horteras de una parte del público que, al parecer, está poco familiarizada con la literatura o –eso nos pareció- apenas ve diferencias entre una lectura literaria y un pic-nic en Disneyworld; ya se sabe: niños que lloran, niños –mal educados- que gritan, madres y padres que pasan de todo, los abuelos que llaman por el móvil y la educación del país donde tiene que estar: por los suelos. Para colmo, la derecha cernícala y clerical española denuesta la asignatura de Educación para la Ciudadanía…, ¡cosas veredes, amigo Sancho Panza!
Pero, aparte las críticas y el llamamiento a los responsables para que, en lo sucesivo, nada empañe la belleza de los buenos versos, el recital constituyó todo un éxito y los entendidos –que eran la mayoría silenciosa- regresaron a casa con buen sabor de boca.
Redacción.-