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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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18 de noviembre de 2009

Atilano Pacheco: “Desde esta atalaya privilegiada que es La Moderna se puede observar perfectamente el pulso de la ciudad"


















No cupo un alfiler en el Aula 2 de la Escuela de Hostelería este pasado martes por la noche. La presencia de Atilano Pacheco concitó el interés de propios y de ningún extraño. La ocasión la pintaban calva: la mesa presidencial se transformó en la barra del bar de la remembranza. Javier de Miguel presentó al ponente como el venerado, el Faro de Occidente en las noches oscuras de la melancolía, el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia Humana en la calle Larga, doctor en Alegría y máster por la Universidad de la Sensatez. Graduado en Generosidad como el vino de su querida tierra. El Gigante Bueno de nuestros mejores sueños. El cronista de la tarde interminable, el mejor padre y esposo, el hermano de la Luz y el Viento. En pocas palabras, nuestro presidente.
Atilano habló en todo instante con la lengua pegada al pulso de sus más enérgicas emociones: Mis primeros recuerdos de La Moderna son los de ir a visitar a mi abuela Mercedes, que trabajaba allí con mi tía Patricia. Desde que era un chaval ya jugaba allí con mi hermano Alfonso. Desde siempre La Moderna fue nuestro segundo hogar. Desde entonces a la actualidad han llovido chaparrones de fraternidad, conexión con la ciudadanía, momentos buenos y momentos difíciles, décadas de fidelidad, urdimbre afectiva con una clientela que también ha formado parte protagónica de este sanctasanctórum de la convivencia jerezana. Para Atilano Pacheco, desde esta atalaya privilegiada que es La Moderna se puede observar perfectamente el pulso de la ciudad: sus manifestaciones religiosas, reivindicativas o lúdicas, sus alegrías o temores. La Moderna es un local con alma, un alma formada por miles de voces que comparten un tiempo robado a la vida.
Numerosísimas intervenciones por parte del público concurrente desgranaron anécdotas, agradecimientos, congratulaciones y aplausos en forma de sentidas palabras. Al término de la ponencia, que además estuvo ilustrada con fotografías de diferentes épocas de La Moderna, se sirvió un aperitivo y un jerez de honor.

Redacción.-