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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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13 de marzo de 2011

Carlos Guerrero: "Las horas descontadas", esta vez en Ceuta


El pasado viernes, día 11, tuvo lugar en Ceuta la presentación de Las horas descontadas, libro de Carlos Guerrero, que ya fue presentado anteriormente en Madrid y Jerez. El acto tuvo lugar en el auditorio de las Murallas Reales, un precioso recinto incorporado al magnífico equipamiento cultural de aquella ciudad autónoma. Asistió al mismo numeroso público, a pesar de las inclemencias meteorológicas, que podemos calificar de extremas. Intervinieron , además del autor, el Sr. Director de la Biblioteca Pública, que presentó a la Mesa, y los poetas Domingo F. Faílde y Dolors Alberola.     
Domingo F. Faílde, situó Las horas descontadas en el contexto generacional del autor y en el momento histórico en que el libro se gesta, para comentar a continuación su estructura y contenido, haciendo una vez más hincapié en la importancia de la memoria como elemento de introspección y análisis de la propia experiencia. Al descontar las horas –dijo- el poeta recupera el pasado y, a la sombra de Marcel Proust, sale en busca del tiempo perdido: el suyo, por supuesto, pero también el de su generación, pues la historia es el contexto por antonomasia de la existencia individual.     
Antes, Dolors Alberola había glosado, entre otras cosas, la excelente factura del libro, la admirable la música que envuelve los poemas; una música que, sin dejar de ser nota, se convierte también en perfume, en detalle, en pincelada, y vamos recorriendo esa piel infantil en la que la gran filosofía se basaba en una existencia sin final: todo era, porque transcurría en la luz, eterno. Nada indicaba que tuviera fin, ni siquiera uno mismo tenía aún elevada esa muralla que lo separa del otro o que lo une. Uno, juanramonianamente, era el único dios inmortal de su redonda existencia, la mar, la luz, los juegos, todo eran donaciones del universo concreto que ese pequeño dios habitaba.    
Y, en fin, Carlos Guerrero, que estaba vez jugaba en casa, efectuó, siguiendo su costumbre, una generosísima lectura de poemas, que el público siguió con emoción y complicidad, para luego obligarlo a firmar un gran número de ejemplares, colofón a los méritos de este libro.    

Redacción.-