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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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27 de abril de 2012

Julio Rivera presentó su libro "Mirar de amor"


Anoche, en el salón de actos de la Fundación Rafael Alberti, tuvo lugar la presentación del reciente libro del poeta Julio Rivera Cross. Mirar de amor es el título de esta entrega, cuyas reminiscencias cancioneriles pretenden ser un guiño al lector avisado, trasladándolo hacia aquel siglo XV en que había un poema para cada ocasión. No es esto lo que alienta en su interior ni se trata tampoco de un libro de poemas amorosos, sino la expresión más lírica y rutilante del amor con que el poeta mira el mundo, la vida, su propia experiencia, para dejar constancia de su paso.
El acto estuvo muy concurrido: poetas, autores de teatro, actores, amigos y público admirador, asistieron a esta excelente velada que, bajo los acordes de Marta Perry  y los versos del autor, derrochó emotividad y, sin lugar a dudas, belleza, pues de eso se trataba.
            Tras las breves palabras del concejal de cultura y el editor, intervino la poeta Dolors Alberola, autora del prólogo y presentadora del libro: Quien se adentre en “Mirar de amor”  –dijo- observará que, sin estridencias ni malabarismos, sin rupturas traumáticas ni concesiones a lo establecido, el autor ha sabido forjar su poética, atenta únicamente al dictado de su voz interior, que le va revelando sus arcanos, y él los reelabora en su escritura con metáforas impregnadas de luz, con palabras incluso de estirpe cotidiana, tocadas de rara magia, y una justa retórica que, aliada de la sintaxis, acopla la expresión al contenido, obteniendo un estilo caracterizado por el equilibrio de todos los elementos que intervienen en él y una gran armonía, queimpregna los poemas de musicalidad. Por ella navegan la emoción, la ternura, y, cómo no, la mirada del poeta, cuya poderosa subjetividad unifica el discurso.
                En opinión de Alberola, el poeta contempla su existencia. Ya no es un niño, un joven, sino un hombre maduro, cargado de experiencia, que mira al niño, al joven, al hombre maduro que aún es y ve lo que ha vivido y ve lo que ha ganado y ha perdido en la inicua ruleta de la fortuna. Y ve, sobre todo, belleza, ríos y mares de belleza que, un día, cuando él se vaya, se quedarán cantando como los pájaros de Juan Ramón Jiménez, consciente de que éstos también mueren y que tan sólo el canto permanece. A partir de este instante, Julio Rivera se metamorfosea: contempla lo cantado por vivido y eterniza, en el milagro de su palabra, al amor, cima de todo lo hermoso que ha poseído.
                Y el poeta, complacido, emocionado y consciente de su compromiso con la palabra, leyó varios poemas de este Mirar de amor, que el respetable acogió con aplausos, tras escuchar con arrobamiento los versos de Rivera, quien más que añorar aquello que el viento se llevó, parece celebrarlo con el mismo entusiasmo de los descubrimientos juveniles y una mirada limpia, casi infantil, que sabe renovarse en contacto con la naturaleza y emprender con serenidad nuevos vuelos.
Finalizado el acto, una larga hilera de lectores aguardaba al autor, que tuvo que emplearse a fondo firmando ejemplares, en tanto se servía una copa de vino, por gentileza de la editorial.

Redacción.-