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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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18 de mayo de 2012

Josela Maturana: políptico -poético- de la noche en Jerez


Anoche, en el patio del Damajuana, encendido como la primavera, tuvo lugar una lectura poética de Josela Maturana, a la que asistió numeroso y entendido público, escritores, pintores, músicos, amigos y amantes de la literatura en general.
En el sentir de todos, fue un placer escuchar de boca de la poeta el nacimiento de sus nuevos poemas, escritos para la velada –dijo- y parte de un proyecto literario, todavía en fase de elaboración, del cual regaló a sus oyentes un excelente anticipo, jalonado de hallazgos audaces e ingeniosos, metáforas innovadoras e ideas, en fin, escalofriantes por su hermosura.  
El Políptico de la noche en Jerez –así se titulaba- es una entrega de doce poemas largos, de versículos largos también, algunos incluso en prosa, en los que la poeta, con singular maestría, rinde homenaje al arte y lo extrapola a la realidad, a partir de los lienzos, los textos literarios, la música, etc., ya sea para celebrar la esperanza de un mundo que, a pesar del dolor y los cataclismos, siempre prevaleció, ya para iluminar con la luz, el color y la palabra el sombrío escenario del presente.
La condición del amor es eterna, afirmó: aparece el amor y todo tiene sentido. El amor, en efecto, en su acepción más amplia y filosófica, es acaso el motor de estos poemas, que acaban, sin embargo, con un retrato de la soledad, a través de los pinceles de Edward Hopper, en un gesto de serena complicidad con la condición humana, redimida una vez más por el arte.
Todo un ir y venir de magia en la voz, que tuvo atrapado al público hasta el final, con el hermoso cierre de Antonio Flor, cantautor que inundó la sala con sus canciones bilingües. Si la obra de Maturana ya era, por sí y como lo demuestra su brillante currículo –glosado previamente por el poeta Domingo F. Faílde-, digna de admiración, anoche consiguió llagarnos, perforarnos el alma con este nuevo impacto de delirio y acierto.

Redacción.-