En los tiempos
difíciles, florece la poesía. Es la única rosa posible, el aroma prohibido del
recuerdo de tanta pérdida, el himno a la derrota que, más tarde o temprano,
rubrica los sueños del hombre e inscribe en la historia su mínima huella.
Parece que así
sea, a juzgar porque su presencia se ha disparado en los últimos meses y las
actividades, cara al público, de los poetas se ha multiplicado también:
recitales, presentaciones, comparecencias, performances, festivales, ferias del
libro…, en busca de lectores, desde luego, que buscan a su vez el asidero
de la palabra poética como tabla de salvación.
Los autores de
nuestras latitudes se han despachado a gusto, paseando sus libros más recientes
por toda clase de eventos. Las últimas noticias nos acercan a Mariano Rivera
Cross, firmando Acuario Blue y Célula polen en la feria del libro de
Madrid, luego de haberlos presentado en el Ateneo madrileño y Los diablos
azules. Y, aun siendo malos tiempos, dicen por esos mundos que vendió, firmó y
habló gozosamente con sus lectores.
Es la buena
noticia de un día, como todos en España, lleno de tristes nuevas y ministras
que hablan del Rocío.
Redacción.-