Tensa,
intensa, extensa, la mejor lectura a que he asistido en mucho tiempo… Con estas palabras, el poeta granadino Juan
Carlos Friebe definía la que ofreció Dolors Alberola en La Qarmita, la noche del jueves pasado.
La Qarmita es un establecimiento
singular en pleno corazón de Granada, una mezcla seductora de librería, biblioteca
pública, cafetería y barra de bar, envueltos en una atmósfera confortable,
entre lúdica y culta, propicia a la meditación silenciosa y la más chispeante e
inteligente conversación, pues sus espacios conviven sin revolverse y el
encanto de sus propietarios deviene contagioso.
La presentación de la autora, cuya lectura se
inscribía en el II Ciclo de Poesía Bendito Qarma, organizado por la editorial
Compañía de Versos Anónimos, corrió a cargo de su titular. Víctor
Alija sorprende siempre. De su gozosa juventud no se espera el acierto
intelectual que acompaña a sus intervenciones. Puede llegar muy lejos. Es,
poéticamente, un abierto a todas horas, que caza al vuelo a las Musas y pone
los puntos sobre las íes. Alija, una vez más, hizo hincapié en la metáfora que
da vida al libro: Lily Mae es la persona
que defiende su dignidad, con la única escopeta posible, aquella que dispara la
palabra, dijo.
Dolors Alberola leyó poemas de La escopeta de Lily Mae, recientemente
presentado en la capital granadina, algunos de Todos los trenes mueren en línea recta y una selección antológica
muy cuidada de su obra anterior, dejando cumplida muestra de su quehacer.
Un acto sumamente entrañable,
que reunió a numerosas personas, a pesar del diluvio que, durante toda la
tarde, cayó sobre la ciudad, jóvenes en su gran mayoría y otros no tanto, que
acreditaron en todo momento un alto nivel de sensibilidad.
Redacción.-