Origami es una editorial doblemente joven, por su
presencia en el ámbito literario y la adscripción generacional de Antonio
Huerta, su creador y director, que, a lo largo de un año, ha puesto en el
mercado una treintena de títulos.
Anoche, en La Bodeguilla, donde tiene su sede el
Ateneo Andaluz de Jerez de la Frontera, tuvo lugar un acto literario, en el que
fueron presentados al público, muy numeroso por cierto, las últimas novedades
de la firma.
En primer lugar, como prescribe el protocolo, se
hizo entrega del I Premio de Poesía convocado por la editorial a Jacobo
Iglesias, joven poeta palentino (1980), autor de Horas de lobo, libro que obtuvo el galardón por unanimidad de un
jurado compuesto por Luna Miguel, Antonio Pérez Morte y Jorge Barco.
A continuación, intervinieron Carmen Sáiz Neupaver,
que leyó varios poemas de Asignaturas del
aire y, cómo no, el propio Antonio Huertas, que presentó de un modo poco
convencional y muy emotivo su libro Doce y cuarto. Cerraría la velada Dolors
Alberola con la lectura de tres poemas de Todos
los trenes mueren en línea recta.
Redacción.-