Dolors Alberola
presentó La escopeta de Lily Mae el
pasado jueves , día 15. El acto tuvo lugar en la Fundación Caballero Bonald, de
Jerez y en el mismo intervinieron, además de la autora, las poetas Josefa Parra
y Josela Maturana.
Como ya sucediera
en Granada, un audiovisual realizado por Rosa Iglesias preparó a los
asistentes, que contemplaron sobrecogidos las imágenes de un mundo en
descomposición, frente al que la poeta alza la voz y el verso. A continuación,
Josefa Parra presentó a la autora, destacando su larga trayectoria y su
brillante aportación a la poesía española contemporánea.
La introducción
al libro presentado corrió a cargo de Josela Maturana, que entró a saco en el mismo
y desglosó sus claves hermenéuticas en una verdadera lección magistral. A
partir de Lilith, la primera mujer, que se negó a someterse, y María, que
personifica la sumisión, Dolors Alberola crea una nueva mitología, diseñando
una voz lírica que se rebela contra un mundo injusto, pero que sin embargo
renuncia a la violencia. Por eso, según Maturana, la escopeta que empuña el
personaje no es un arma convencional, sino la más poderosa de todas y, al mismo
tiempo, la más pacífica: la palabra. Con ella denuncia, reflexiona, apuesta por
la utopía y, como en un ejercicio de exorcismo, tratará de borrar de la
historia contemporánea todo el dolor, todo el horror, a los que parece
estuviésemos abocados irremediablemente. La palabra se vuelve contra el mundo,
tratando de vencer la sinrazón, la injusticia y la muerte. No estamos, sin embargo,
ante un discurso coyuntural, pues la mirada de la autora siempre apunta más
lejos y, como dice en el prólogo Katy Parra, La escopeta de Lily Mae es una
obra poética intemporal, un libro trazado desde la inteligencia más sublime, la
ironía. Estos poemas seguirán
disparando su rabia, su verdad, su fuerza y su amor, hoy, mañana y después de
unos años o de varias generaciones.
Por último, Dolors Alberola leyó nueve poemas, previamente seleccionados,
precedidos del comentario justo, con una sobriedad tan sobrecogedora como el
audiovisual que abrió plaza. Luego, firmó ejemplares y terminó la fiesta
literaria con una copa de vino.
Redacción.-