En una noche en que bullían los versos de sabor
femenino en los numerosos recitales que tuvieron lugar en Madrid, la
presentación de El eco de las plazas,
tan esperado por los poetas capitalinos, se impuso en gran medida. Y, tras la finalización de dichos recitales y
de la concentración multitudinaria que se celebró en la capital por los derechos
de la mujer trabajadora, justo al acabarse la presentación, fueron llegando en
pocos minutos legiones de poetas, en
su mayoría mujeres, hasta el punto de forzar al poeta a leer algunos de los
poemas del libro -aquellos en los que adopta un punto de vista femenino- en la
célebre y concurrida Cervecería de la Plaza de Santa Bárbara.
La presentación, en Los Diablos Azules, dio
comienzo con la intervención de Fernando Sabido, en calidad de presentador de
cada uno de los participantes en el acto. Le siguió el editor Antonio Huerga,
que hizo referencia a la calidad del libro y a la fe ciega depositada por la
editorial en el poeta Mariano Rivera Cross, a quien auguraba un papel predominante en la poesía en
lengua española del siglo XXI. A continuación, el poeta y novelista argentino
Carlos Hugo Mamonde , ciñéndose tan sólo a tres estrofas de tres poemas del
libro, hizo un alarde de sus conocimientos filosóficos, relacionando los poemas
del libro con todas las corrientes artísticas y filosóficas de nuestra época y
el poder de convocatoria del contenido del poemario en unos momentos convulsos
en los distintos estamentos sociales de España y del mundo entero, representado
en las ocho pequeñas fotografías de plazas significativas, las que a modo de
mosaico forman la portada del libro.
Y tras esta pormenorizada presentación, fueron
alternándose en su intervención tanto el autor como la célebre cantautora -discípula de Violeta Parra y Mercedes Sosa-
Clara Ballesteros; el uno, recitando con todo lujo de entonación dramática
poemas distintivos del libro en los que hacía referencia al contenido de
denuncia o de poesía de la conciencia
-como gusta llamarlos al poeta Domingo F. Faílde-, y la cantautota con la originalidad
de cantar-recitar a capella temas propios
y poemas de El eco de las plazas, finalizando
el acto con un recitado al unísono del poeta y cantautora del poema que el
editor puso en la contraportada del libro, ante el clamor, entusiasmo y aplausos
del respetable, que, en número importante, asistió al acto, sumándose de manera
original al final del mismo esa legión de poetas
femeninos, tal como se indicó al
comienzo de esta breve crónica.
Redacción.-