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CONVOCATORIAS

CONVOCATORIAS

Martes 5 de noviembre
19,00 h.
Ateneo de Jerez
Encuentro literario hispano-marroquí. Lectura poética.
Poetas marroquíes:
Hassan Najmi, Mourad El Kadiri, Boudouik Benamar, Azrahai Aziz, Khalid Raissouni, Ahmed Lemsyeh, Jamal Ammache y Mohamed Arch.
Poetas gaditanos:
Josefa Parra, Dolors Alberola, Domingo F. Faílde, Mercedes Escolano, Blanca Flores y Yolanda Aldón.
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6 de abril de 2013

"El eco de las plazas": Mariano Rivera presentó su último libro de poesía


                En La guarida del ángel, Mariano Rivera presentó anoche El eco de las plazas, un libro de poesía recientemente publicado por Huerga & Fierro. El autor estuvo arropado por el público y los poetas Fernando Sabido y Domingo F. Faílde, que glosaron la obra presentada.
                Fernando Sabido, que intervino en primer lugar, efectuó un análisis riguroso del contexto del libro, la visión, unas veces doliente y otras esperanzada, de un mundo dominado por el gran capital, insensible al sufrimiento humano y pendiente tan sólo de acaparar riqueza, a costa de sumir en la pobreza a la gran mayoría, sin que el clamor de los desheredados parezca importar a nadie. El poeta, naturalmente, no puede ignorar esta realidad, que acaba impregnando sus versos e implicando al autor en una lucha que tan sólo persigue la supervivencia de todos.
                En cualquier caso, Mariano Rivera no es, al uso, un poeta social. En esto coincidieron los dos presentadores y Domingo F. Faílde lo definió como un poeta de la conciencia. Su palabra –dijo- no está al servicio de ninguna idea pero sube el volumen  y añade decibelios a esa especie de egrégor o pensamiento colectivo que, impulsado por la agresión del capitalismo más salvaje que ha padecido la humanidad, ha venido aflorando desde, al menos, la década de los noventa, para estallar en esas primaveras –o supuestas primaveras-que han arrojado a calles y plazas a la multitud descontenta, en demanda de democracia, trabajo, justicia y dignidad.
                Y, en efecto,  Mariano Rivera se ha hecho eco de la voz de estas plazas, prestando su discurso a la denuncia de los males que nos aquejan, reflexionando sobre la raíz y evolución de los mismos y, sobre todo, sumándose a esta marea de hombres y mujeres conscientes de su realidad, de nuestra realidad.
                Se equivoca, no obstante, quien piense que El eco de las plazas vendría a ser un panfleto más o menos al uso. Todo lo contrario. Hace ya muchas décadas, en los albores de aquella que se denominó transición, el gran dramaturgo Alfonso Sastre – recordó Faílde-escribió que, actualmente, escribir al más alto nivel político implicaba escribir al más alto nivel estético. Y es eso justamente lo que hace Mariano Rivera, empeñado en las aventura de crear un lenguaje poético adecuado a las nuevas realidades y capaz de nombrar las situaciones, emociones y aspiraciones de un mundo globalizado que, entre sombras amenazantes, está acaso alumbrando una nueva civilización. Sus poemas, discursivos o narrativos, rehúyen, hasta donde es posible, el enunciado plano de los hechos, esa especie de registro informativo que ha desvirtuado en ocasiones la naturaleza de la poesía, para reivindicar y rescatar la potencia extrañadora del idioma y, como dijo Jorge Riechmann, proponer una percepción superadora de la tensión o conflicto entre la claridad performativa materialista y la deconstrucción lingüística.
                Cerró el acto el propio Mariano Rivera, que dio lectura a una amplia selección de poemas del libro. Fue una lectura intensa y emotiva, rubricada por el aplauso del público, que interrumpió al autor varias veces.

Redacción.-